La espera, Borges

 La espera, Jorge Luis Borges.

    La historia superficial del cuanto La espera de Borges, es la de un hombre que por la mañana se baja de un coche, habiendo cometido dos errores, los cuales reconoce y reflexiona sobre ellos y así llega a una casa en la que alquila una habitación para resguardarse allí y escaparse de quienes lo perseguían para matarlo. Cuando se tiene que registrar en la residencia, este nombre no da su nombre si no que dice el de su enemigo: Villari. Este hombre, todas las noches sueña que lo van a matar, por eso hacia el final no sabemos si realmente lo asesinaron o si fue un sueño más.
     La historia profunda es que Villari el verdadero, quiere matar a Villari falso, por eso, una vez acomodado en esa habitación un poco antigua, empieza la espera del hombre; esa espera es su muerte.
     Los adjetivos en Borges, nos ayudan a imaginarnos mejor cómo es ese espacio o como son esos personajes. Igualmente creo que si se sacarán los adjetivos, el cuento quedaría y se entendería igual. Esos adjetivos calificativos, denotan una pausa descriptiva, la cual es un recurso de la velocidad del relato. 
     En este relato singular, también se recurre a la analepsis ya que cuando se narra la parte de que el hombre reconoce los dos errores que había cometido al bajarse del taxi, se hace después del comienzo del comienzo de la historia que relata la bajada del taxi de este sujeto.
     Este cuento, tiene una intertextualidad con La Divina Comedia de Dante Alighieri. La función que cumple este recurso, es relacionar la historia de Franchesca con la del protagonista, porque este, está esperando su destino: llegar a ese séptimo círculo: el espera su muerte, manifestándolo en los pesadillas, y por eso se somete al infierno.