El pecado del ascético
Verás en las noticias algo sobre mi que no te va a agradar y que no vas a poder creer. Sentirás asco y repugnancia hacia mi persona. No me querrás ver ni hablar más en tu vida. Pero nada de lo que vayan a decir esos medios es verdad. Para conocerla, tendrás que agarrar el libro que dejé debajo de tu cama y que llevarle eso a la prensa. Así pues nadie más dudará de mi, del monje de San Cristobal.
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